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Una jornada para no levantar la persiana


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Publicada el: 13/09/2021

El 26/9 se celebra el Día del Empleado de Comercio, fecha que da inicio a una serie de victorias obreras.

Fueron varios años de lucha desde su búsqueda hasta su concreción. Y otros tantos más desde que la Dictadura lo borró de un plumazo hasta que fue recuperado en 2009 a través de la sanción de la ley 26.541. Una conquista. Un derecho.



Como todo cuarto lunes de este mes, el 25 se celebra el Día del Empleado de Comercio. Una fecha que tiene como epicentro al 26 de septiembre y que es considerada como feriado nacional obligatorio para todos los trabajadores mercantiles.



Pero toda fecha tiene una estela. Un recorrido. En 1934, con la sanción de la ley 11.729 se modificaron varios artículos del Código de Comercio y quedó establecido el régimen de indemnizaciones por despido, el aguinaldo, las licencias a empleadas embarazadas, las vacaciones pagas y hasta la regulación por accidentes laborales.



Pero no todo empezó ahí. En 1919, Alfredo Gath y Lorenzo Chaves, dueños de las famosas tiendas una de las favoritas de la clase alta porteña, comenzaron a reunirse en bares para reclamar jornadas que contemplen condiciones de trabajo más dignas para los trabajadores: menos horas y mejores salarios. 



Sin embargo, recién fue en 1933, cuando a través de huelgas, represión y deportación de extranjeros que la presión en el Congreso de la Nación caló más hondo. Fue el legislador socialista Enrique Dickman, quien presentó el ante-proyecto de Ley que serviría como un freno para tanta reacción en contra de los obreros. Se trató de una legislación muy importante porque luego fue la base para toda la legislación laboral argentina, ya que no sólo regirían para los empleados de comercio, sino para el beneficio de todo el movimiento obrero.



A partir de esta sanción, se fueron dando una serie de medidas que afectarían para bien a todos los empleados mercantiles. En 1948, se firmó el primer convenio colectivo, determinando el salario mínimo para los empleados de comercio; en 1957, apareció la Caja de Subsidios Familiares liquidada en los 90 por Domingo Cavallo y se creó el Instituto Asegurador Mercantil por el sistema de cogestión obrera empresaria; en 1964, se implantó el salario mínimo, vital y móvil; mientras que en 1970 se incluyó a los trabajadores en la Ley de Accidentes de Trabajo.



Otro de los grandes logros, sucedió en 1972, cuando se creó la OSECAC (Obra Social para Empleados de Comercio y Actividades Civiles), un servicio social integral y solidario. Dos años más tarde, se sancionó la Ley de Contrato de Trabajo, que contempla todos los derechos laborales de los trabajadores argentinos; y en 1975 se firmó el Convenio Colectivo, que al día de hoy contempla a todos los empleados de comercio.



Una fecha histórica que le permite al empleado de comercio disfrutar de un día sin levantar la persiana.



Fuente: http://www.ambito.com/896702-una-jornada-para-no-levantar-la-persiana